¿El amor es más fuerte?

Mi mente siempre ha sido una ensalada de pensamientos un poco extraños, me cuesta mucho dejar de pensar por algún momento, no tengo idea de lo que en realidad significa tener la mente en blanco y puedo meditar acerca de la inmortalidad del cangrejo mirando vitrinas o fumandome un cigarro. Tal vez por eso la mayoría de las veces que escribo en esta página comienzo hablando de algo y termino en otra cosa que nada que ver. Pero bueno, ni yo me entiendo mucho, así que no me aproblema demasiado. La cosa es que ultimamente mi mente ha sido ocupada por el último libro que leí o que más bien dicho "devoré" en un par de días: "La razón de los amantes"de Pablo Simonetti.

Advertencia: Si pretendes leer el libro deja este post ahora por que voy a contar la historia completa y nada más fome que ya saber el fin.
Prosigo.

Simonetti relata la historia de un joven matrimonio chileno de fines de los 90, Laura y Manuel. Ellos son el prototipo de familia feliz: viven en un depto en Las Condes, tienen una hija, él es un respetable ejecutivo top de banco, ella una dueña de casa salida del Villa María que a veces realiza trabajos como editora pero desde su bello hogar. Vivían una vida feliz o por lo menos estable, sin ningún sobresalto hasta que aparece Diego Lira en su camino. Un hombre de mundo, encantador, inteligente. Y a pesar de que lo más lógico sería pensar que Laura cayó en sus redes, es aquí donde la historia se pone aún más interesante: El que se enamora de él, es Manuel.


Manuel jamás pensó siquiera que algún día podría llegar a ser gay. De hecho creo que eso es lo menos relevante en este punto, Manuel se enamora de una persona, alguien distinto a lo que conocía, alguien con quien se siente a gusto, pleno tanto en lo sentimental como en lo sexual. Manuel convierte a Diego en su amante por mucho tiempo, sin sentir siquiera remordimientos.


Por su parte Laura no soporta la idea de no ser el centro de atención de la historia y cuando se percata de que Diego es homosexual y desea a su marido, decide meterse entre las sábanas de el amante, sólo para no sentirse excluida. Luego de muchos hechos que no relataré, la situación explota y todo el mundo se entera.
Manuel pierde todo lo que alguna vez tuvo en la vida: trabajo, matrimonio, amor. Diego le deja claro que no pretende tener una relación con él, que no espere que ahora que ha dejado todo ellos dos estarán juntos. Manuel se hunde en la desesperación y decide saltar por el balcón del que alguna vez fue su hogar feliz.


Luego de su muerte Laura y Diego se juntan a conversar. Laura siente que ella no tienen la culpa de nada, que Manuel murió producto de su debilidad y que ella no es responsable de eso. Diego por su parte siente remordimientos, pero ambos concuerdan en que Manuel era el más débil de el triángulo por el sólo hecho de que estaba enamorado. El amor lo hizo débil, fue el único capaz de entregar todo y perdió...


¿El amor es más fuerte? ¿O en realidad solo nos debilita?... ¿O el asunto está en si el amor es o no correspondido?... Eso ocupa mi mente por ahora. Bueno no solo eso ;)

Delirio de Persecución

Cada vez que entro o salgo de una tienda (ok, de Falabella, mi segundo hogar) y suena una alarma, me siento absolutamente perseguida... mi mente se imagina a los guardias, policias (pacos, nunca tan siutica) cayendo sobre mí, poniendome esposas, la gente mirando como suele hacer cuando algo pasa, las viejas cuicas clavando sus ojos acusadores en mi y yo esperando que me trague la tierra, sin entender nada. Claro que no entiendo por qué lo hago, jamás nunca le he robado nada a nadie, mi conciencia está tranquila, mi mayor delito ha sido haber sacado 200 pesos a mi mamá cuando me daba 100... insignificante!
¿A qué viene todo esto?.. solo trato de entender mi actitud de hoy hacia el maldito destino al que le encanta jugar conmigo.
Salí del trabajo como siempre, me sentía re- mal (resfrío desgraciado), con dirección a mi casa cuando me llama mi querida inoportuna para pedirme un número de teléfono. En vista que ambas íbamos en dirección a Maipú decidimos juntarnos en la Cato, por que estábamos cerca. Me bajo del metro, comienzo a caminar y ahí estaba, sonriente, con su maldita cara de Hello Kitty, su inmensa panza y su cuerpo deforme (pica?.. quizás!) : ella! La última persona a la quería ver en la vida, la que me trae malísimos recuerdos de cosas que ya olvidé y no quiero recordar, la que para mi es lo peor de lo peor y más encima fea. Lo peor de todo es que se le debería haber caído la cara de vergüenza, debió haberse ocultado, debía sentirse incómoda, debió sentir el peso del cartel de puta que yo estaba colgando en su frente!!!!.. pero estúpidamente la que se sintió horrible fui YO!!!!! ¿por qué?.. Yo no le he hecho nada a ella, nada de nada. Yo fui la víctima, si de verdad me hubiese seguido importando el tema, obvio. Claro que no me importan, lo se, lo asumo, a lo mejor si debería importarme, es una herida reciente que cicatrizó con increíble rapidez, tal vez por que en realidad me di cuenta de que solo se trataba de obstinación... Como cantaría la Fran Valenzuela "seré terca pero no idiota", o sea... ¿y por que fue tan incómodo, tan desagradable, tan.... horrible!?... ¿Por qué me hiper ventilé, me puse nerviosa, hablaba a mil por hora, me dolió la guata a pesar de que ni siquiera le dije hola ni la escupí en la cara como he soñado hacerlo?... No me gusta ese sentimiento de culpabilidad, esa sensación de que hice algo malo, cuando no lo he hecho... Pucha que soy pava!!!
En fin.. sorry por lo fome de mis palabras, me siento pésimo, me veo horrible y me duele todo. Pero como dice mi jefa (mi nueva ídola y guru) "Todo va a salir bien"... De hecho, todo está saliendo muuyyy bien, no me puedo quejar. Hasta el motivo de mi resfrío es bello ;)
Besos a todos, pero virtuales para no contagiarlos.


Hay cosas sin las cuales actualmente no puedo vivir: mil tazas de café, mi celular, mis vasos de coca cola, cigarros, encendedor y por supuesto mi pase escolar. Por eso el miedo increíble que sentí el otro día. Salí del trabajo con dirección a la U, y por lo visto pisé la vereda con el pie izquierdo. Traía la cartera más que repleta (como digna cartera de mina), buscaba mis cigarros y nos los encontré. Mal!. Necesitaba nicotina, no se por qué pero estaba super nerviosa de volver a pisar la U. Me di por vencida y pasé a comprar más, tenía sencillo pero tampoco lo encontré, tenía un encendedor que tampoco apareció y se me caían solas las cosas en plena Providencia, nada muy atractivo que digamos. La cosa es que cuando ya me sentía digna, con mis pertenencias en mis manos y no el suelo, prendo un cigarro y cruzo la calle, con mi pase en la mano. En mitad del paso de cebra me doy cuenta de que el estuche de mi pase está blandito... HORROR, se me cayó el pase!!!!!!!!!... miro desesperada la esquina que está a mis espaldas, buscando en el suelo mi adoradisimo pase (no es la primera vez que lo pierdo) y nada... hasta que se me acerca un washón de naranjo que más parecía mi príncipe azul, montado en un corcel (alias bicicleta), con una sonrisa pepsodent de oreja a oreja y mi pase en su mano que más parecía un ramo de flores... mi mente convirtió su polera en capa de super héroe y yo era la jovencita de la película. De pronto, me mira con su cara de superman y me dice galán: "TE LO IBA A DEVOLVERTELO!!!!" ups!... hasta ahí llegó mi super heroe. Algo más matapasiones que eso?.