La luz del Tiempo

A pesar de los tacos, del humo, de los bocinazos, de la gente y los malos ratos, para mí pasear por Santiago es un placer. Subirme a la micro y mirar los lugares que conozco de memoria, adivinando lo que tienen sus rincones, tratando de recordar que es lo que había allí antes de que llegara la modernidad. Y entre esos, entre cada sitio que me hace sentir en casa, se encontraba el reloj luminoso de cerveza Cristal que cada vez que oscurecía me indicaba cuánto tiempo faltaba para llegar a mi hogar, si todo resultaba como siempre resultaba. Ya no está. No se si es será por que oscurece más tarde o están ahorrando energía, pero a mi me hace falta, lo extraño...

Leitmotiv

Ok, otra vez el mismo cuento. No puedo dejar de preguntarme por qué hago las cosas. Creo que no soy como uno de mis amigos, que dice que todo lo hace por él mismo. O sea, si le da una moneda a un mendigo lo hace por sentirse bien, por que si no lo hace, su pepe grillo personal después no lo va a dejar tranquilo gritandole al oído que lo que hizo no está bien...
¿En qué medida todo lo que hago en mi diario vivir no es por mi propia satisfacción personal? Creo que no está mal sentirse bien o hasta realizado con nuestras propias acciones, pero no debería haber algo mucho más profundo detrás? Nunca he querido ser una lumbrera, subirme en un pedestal a gritar a los 4 vientos las cosas que hago bien. Pretendo retirarme el día que lo haga. Ahí si que me sentiría vacía, vana, superficial, inútil... pero hasta que punto no lo soy?

Tengo demasiados planes en la cabeza que pueden parecer hasta infantiles. No estoy preocupada de mi propio futuro, lo asumo, no quiero un trabajo decente, un marido, una casa, un perro, hijos y escribir un libro. Me basta con el blog, los amigos con ventaja, compartir el techo con mi madre y tener un millón de sobrinos. ¿Es acaso que soy aún una pendeja inmadura? Creo que ya no busco la felicidad, ella tal vez, tarde o temprano me va a encontrar a mí. Tal vez no. Pero bueno, para no desviarme del meollo de mi incertidumbre: ¿cómo saber que los motivos de mi vida son los adecuados? ¿Cómo lo hago para cumplir con mis "ideales" sin posar de buena persona? Creo que la última vez que me dediqué a mirarme el ombligo fue cuando me puse el piercing. Han pasado muchos años y mucha agua bajo el puente. Ya no me interesa. El problema es que lo "terrenal" ha dejado de interesarme, quiero disfrutar de la vida sin ataduras y haciendo lo que me gusta, pero mi pepe grillo me hace sentir culpable, me hace cuestionarme los motivos. No sé si debo escucharlo o simplemente asesinarlo.

Oye tú.. si tú... por que si miras este blog, no comentas?? Lo haces de puro copuchento?? :D

No quiero olvidar

Creo que todo lo que he vivido es tan grande, tan increíble, que no puedo describirlo con palabras... sería una ofensa, un crimen, no habría manera de no opacar el brillo de tan potente luz, no habría forma de que mi más grande inspiración hiciera justicia de los imborrables momentos vividos. Y como creo que no podré expresarlo en palabras, por lo menos dejo esto para recordar que lo que siento va mucho más allá de lo que yo misma pudiera describir. Sólo espero que esta vez no me traicione mi mala memoria robándome lo que no quiero olvidar.