En la vida he cometido tantos errores... pero tantos!!!

De hecho pensaba escribir demasiado pero no lo haré



Coca cola no más...


Quiero hacerla un cuadrado, deformarla en un triangulo pero la vida siempre vuelve a su forma circular

El ciclón
Café Tacuba

Todo lo que digo, no tiene sentido, si el camino llega al mismo lugar...


Camino a la vida
No se el autor

Me viene a decir que mi descaro no conduce a nada
Me viene a contar que así no llegaré a ningún lugar...

Juana Fe

Si la chica eléctrica tiene solamente 16, pero se siente como si tuviera 26...

¿¿¿Es bueno tener 26???
Lucybellita buscandole el lado bueno a los ventisiempre

Una vez más... Adiós!


Otra vez me tocó decir adiós. Este año ha estado lleno de adioses, pero este ha sido el que más me ha costado de todos. tuve que dejar a mi aquelarre personal, ese que me acompañaba todos los días, ese que me hizo creer que las mujeres no somos tan malas como yo creía. Me explico: Se acabó mi plazo. No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, y aquí estoy separándome una vez de gente increíble que ha logrado llenar mi vida: MIS CABRAS CHICAS!! Por lo general no me llevo bien con las mujeres, menos aún si son pendejas (que no se tome como palabra ofensiva, para mi "pendejo" no es un pelo), pero éstas me robaron el corazón y ya estoy echandolas de menos. A mi mona, la que me acompañó este estos tres meses, con las que lloré (a moco tendido), con la que me reí a más no poder, carretié, vitrinié, almorcé, webié, pelé, todo. Todo lo que espectacular que podría haber hecho, lo que permitió conocer a una niña/mujer maravillosa, una madre jugada, una trabajadora esforzada, una persona completa. Personas así son las que hacen falta para levantar este país, para mejorar el mundo, para alegrar mis días. Y claro no sólo ella, el aquelarre estaba compuesto por más brujas maravillosas, mujeres absolutamente distintas las unas de las otras pero con una gran cosa en común: El espacio que ocupan en mi mente, mi corazón y mis recuerdos. Si puedo volver alguna vez, lo haré, lógicamente, ya que convirtieron una experiencia traumante en días inolvidables. No faltaré los viernes para llevarlas por el camino de la perdición, ese cuyo pavimento se encuentra mojado en cerveza, que me ha hecho resbalar y caer tantas veces en las vida. Nos veremos en Manuel Montt...