Recuerdos

Tengo un amigo sabio. Pero de esos sabios, sabios, sabios, de esos que cuando uno tiene un problema se dan cuenta al tiro y tienen siempre, la palabra perfecta. De esos que en facebook juegan a quien tiene el cerebro más grande y les gana a todos. Pero no es inteligente de que sea bueno pa las matemáticas, o sea, igual, pero no es esa su gracia, él es sabio en otros aspectos, él ve más allá de todo.


El otro día nos volamos en esas conversaciones cuaticas y concordamos en que la vida no es más que recuerdos. Nosotros no somos más que recuerdos, recuerdos de nuestros actos, recuerdos de los otros, recuerdos de la imagen que nosotros tenemos de nosotros mismos. Nada más. y es algo super claro y legítimo, pero con mi pésima memoria: ¿qué es mi vida? Existe demasiada gente importante que ha pasado por mi vida. Gente que ha pasado, que se fue y que desgraciadamente, lo más probable es que no vuelva más, por más que la añore. Y se que su escencia, o por lo menos la imagen que tengo de su escencia, sigue en mi memoria... pero esa memoria es tan frágil, que tal vez esté olvidando cosas muy importantes. Desgraciadamente no puedo olvidar los motivos por lo que se alejaron (o los alejé) de mi lado.

La canción es mía

Puedo ser blanca, puedo ser negra, puedo ser buena, puedo ser mala, puedo ser princesa, puedo ser vagabunda, puedo ser víctima o victimaria... puedo ser rubia o morena, hétero o lesbiana, madura o pendeja, gorda o flaca, profunda o superficial... Puedo ser lo que quiera y escribir lo que quiera... al fin y al cabo...

el blog es mío, o no?

Regalos útiles



Ahora que se acerca el temido día del cumpleaños (en realidad falta más de un mes, pero el fantasma ya me acecha), estuve pensando en cuales serían los regalos más útiles que podría recibir y resultó esta pequeña lista:

  • Una voz nueva con clases de canto incluidas
  • Un barman privado con atención las 24 horas del día.
  • Una nariz fotogénica.
  • Un curso de manejo de ira.
  • Una especie de collar de velcro, donde pueda pegar las llaves, los cigarros, el celular, el encendedor y el pase escolar, para que no se me sigan perdiendo.
  • Pechugas
  • Trasero
  • Un departamento en el centro o en su defecto un cojín para los asientos del transantiago.
  • Un computador que no se pegue cuando trato de abrir dos archivos a la vez.
  • Alguien que me haga la memoria.
  • Un profe guía que no se vaya del país (y que no tenga caspa en las cejas... puaj!)
  • El don de la palabra.
  • Un curso que me enseñe a callar a tiempo.
  • Una especie de dedo gigante que me empuje encima de los minos que me "pescan", para que no se me pase la oportunidad OTRA VEZ!!! (o por lo menos, si no me empuja encima, que me sople las respuestas adecuadas al oído, para que no se me ocurra que decir justo cuando el susodicho se haya ido)
  • Cigarros que duren más.
  • Mentalidad ganadora en todo orden de cosas.
  • Un contador particular que lleve mis finanzas (soy un asco, a pesar de los estudios)
  • Una tarjetita de teletransportación como la de los gusanitos.
  • Un africano picaro con una enorme hoja de palmera para que me abanique todo el día (aunque ese ya está encargado)
  • Un celular con minutos y mensajes infinitos.
  • La capacidad de disimular mi cara de "no" (expresión de mi rostro que aparececuando algo no me gusta y no puedo esconder... de ninguna manera)

En fin.. pedí otra cosilla más por ahí, pero ese es secreto de sumario entre los que estuvimos en el tavarúa ayer... si me lo regalan, a lo mejor lo cuento