Actualización


Hace mil años que no escribo y mi vida no ha cambiado tanto.. creo...


Resulta que soy una gata suertuda, que ya cumplió dos meses de bello (pero no sin sobresaltos) pololeo con su gato regalón, el cual es bacanisimo pero se esfuerza demasiado. Lo admiro por su dedicación y su fuerza de voluntad, pero quiero que tome vacaciones ahora ya... y lógicamente también quiero que me siga encontrando más entretenida a mi que a su nueva adquisición: Su play 3. Tal vez yo no soy tan multifacética, no tendré tantas funciones, no seré tan moderna ni de última generación, pero conmigo también puede jugar en línea y creo ser bastante más entretenida... creo.


Me quejé y me deprimí un par de días por esa maldita sensación de que no le he ganado a nadie. Tengo todo lo que la vida me ha puesto por delante, lo que por azar me ha entregado y he sabido aprovechar, pero ¿qué he hecho yo? Me acerco raudamente a los treinta y mi mayor mérito es ser "egresada" (ni siquiera titulada) de una carrera que ni siquiera me gusta. Y en eso estaba, compadeciendome de mi misma, sintiendo rabia por sentir tanta estupidez junta, cuando como por arte de magia suena mi celular y también como por arte de magia lo escucho y más aún, me digno a contestar (raro en mi) Y quién era? Mi hada madrina, alias mi ex jefa, para ofrecerme volver a su lado aunque sea por un mes, a hacer algo que si guarda relación con lo que con tanto esfuerzo estudié, algo que si puedo poner en el curriculum y más encima lejos de las hermanastras envidiosas. Como para cerrarme la boca. ¿La vida enseñanadome que no tiene nada de malo el hecho de que me regale cosas y me las ponga por delante, explicandome que tengo que aprovecharlas sin quejarme tanto? Tal vez... ¿Quién dijo que las segundas partes siempre son malas?


Y aquí estoy, escribiendo tal vez por última vez desde uno de los computadores de la biblio. Esos que me acompañaron a hacer menos fomes las mañanas y sobre todo las tardes en las que el príncipe azul no se paseaba por acá mandandome besitos por el aire. Y digo tal vez, por que ya dije nunca alguna vez y todavía estoy acá. Me arrepiento de mis palabras... No, en realidad solo me las replanteo. Y ahora que es el momento del adiós, igual me da pena. Soñé en mil oportunidades que llegaría el día en el que me pudiera marchar y decir todo lo que tenía que decir. Soñaba con decirle a la gorda de mi jefa que ojalá se atragantara con los almuerzos que ella si podía disfrutar y nosotros no por su famoso recorte de presupuesto. Quería decirle que si quiere en su casa ordene sus calzones desde el más viejo hasta el más nuevo, pero que no hinchara con los libros en los estantes, que a mi me importaba que no se estuvieran doblando y que estuvieran en su lugar, ni ahí con cual es más viejo o nuevo (no juzgues un libro por su portada o no?). Quería prestarle un libro de cualquier cosa, menos de lo que necesitara, obvio, al primer pastel que llegara pidiendo "un libro azul". Sin embargo lo que hice fue dar las gracias. Y me voy realmente triste. Se que muchas cosas fueron enfermantes, que tuve que usar una paciencia que jamás he tenido, pero aún así se que tengo mucho que agradecer y no puedo negarlo. Tuvo muchas cosas buenas, muchas... O sea, ni siquiera habría conocido a mi gato si no fuera por la biblio, así que no me puedo quejar de más... Y acá estoy, empezando a despedirme, con mucha pena. Tengo que dar el paso, pero me cuesta. Me duele. NO QUIERO SER GRANDE AÚN!!! pero no puedo evitarlo, ya lo soy, tengo que aceptarlo.


Sumado a todo lo que ya he contado ahora resulta que mi cuerpo es extremadamente sensible. No solo soy yo, mis sentimentalismos excesivos y mis hormonas inestables, sino que también mi cuerpo es ultra sensible. Según yo estaba increiblemente resfriada, pero llegué al médico y me dijo que no, que la tos y la congestión no son una enfermedad, son un método de defensa y mi organismo es tan sensible al medio ambiente que siente algo raro y se defiende altiro. Por eso voy andar tosiendo y hablando como Carlitos todo el invierno. ¿qué se le va a hacer? Definitivamente soy un poco "especial".




Así no más es... me siento cual cenicienta morena, moderna y adaptada logicamente a mi propia realidad.

En lugar de dos hermanastras tengo dos "jefas", igual de gordas pero no tan feas. Además tengo que reconocer que igual les tengo cariño. Pero aún así, eso no quita que se han convertido en un par de mujeres explotadoras y envidiosas. Sacan a relucir a cada rato que yo soy flace y ellas no. Claro en gran parte se lo debo a la genética que me jugó un gran favor, pero si pasara todo el día sentada como ellas, logicamente ni la naturaleza me podría ayudar.

En lugar de sacudir tengo que acarrear libros todo el día que tienen igual cantidad de polvo que la casa antigua de la pobre cenicienta, polvo que me tiene las manos para la escoba... cada día tengo que esperar que mi principe azul venga a mi rescate, no con mi zapato, pues no se me a perdido, pero generalmente se me queda el celular o alguna otra cosa en su defecto (o con alg{un libro para devolución). La cosa es que el amado principe llega para rescatarme con suerte media hora (si corresponde almorzar) o 15 minutos si es hora de colación... minutos en los que logicamente no se alcanza a hacer nada.

Donde está mi hada madrina???... Y ya que estamos en tiempos modernos, si la consigo, podría convertirme un zapallo en un auto, de preferencia un escarabajo, digo yo???

Muchas cosas que uno nunca debería saber...



  • Que el viejito pascuero no existe

  • Que en realidad tu mascota no se perdió ni lo mandaron a un bello fundo de unos amigos de tus papás... simplemente se murió o la sacrificaron, pero no se atrevieron a decírtelo.

  • Que lo que te compraste con el sudor de tu frente, con tus ahorros de meses o con "cómodas" cuotas mensuales estaba más barato en otra tienda, o entraba en la liquidación que comenzó 2 días después de que tú lo compraste.

  • Que la micro que venía detrás de la que corriste para alcanzar y a la que se subiste a presión, traía asientos vacíos y se demoró menos en llegar a tu destino (típico del transantiago)

  • Que piensan realmente tus "amigos" de ti.

  • Que todo el mundo sabía que te estaban mintiendo, engañando, poniendo el gorro o como se llame, que todos murmuraban a tus espaldas, que quedaste de "pobrecit@ el (la) Weon (a)"...

  • Que esa persona por la que babeaste mil veces, esa que te quitaba el sueño y si lograbas dormir era protagonista de tus más bellas fantasías, sentía lo MISMO QUE TÚ!!!... Tampoco fue capaz de decirte nunca nada, no dio ningún tipo de señal y ahora te lo cuenta por que es feliz con otr@...

  • Que el ejercicio más difícil de todo el certamen en el que te jugabas la vida estaba con pauta en un certamen antiguo... que por supuesto tú no tenías.

  • Que fuiste el producto de un olvido al tomar una pastilla o un condón mal utilizado

  • Que piensa realmente tu pareja de ti, de su relación de tu personalidad o de cosas más "intimas"

  • Que su "ex" sigue llamando, molestando, entrometiéndose... en fin

  • Que si hubieses esperado todo habría salido mejor o por lo menos más barato.

Estoy segura de que se me ocurrirán más.. siempre hay más...


"Ojos que no ven corazón que no siente"

La Palabra Precisa, La Sonrisa Perfecta

Así no más.. a lo más Silvio este fin de semana soñé que el cielo me iluminara con la palabra perfecta cada vez que socializaba con alguien, por que claro, la presentación en la sociedad del novio no es cualquier cosa... y como "la nueva" me tenía que preocupar de que la famosa primera impresión fuera óptima, por que claro, hay solo una oportunidad de dejar una buena primera impresión...

Y todo comenzó más o menos.. Los amigos llegaron puntuales pero en un momento bastante inoportuno, pero bueno, eso no fue su culpa, solo culpa del tiempo que pasa muy rápido.
Nos subimos al auto y la primera pregunta ya es la más difícil:
- "¿Dónde se conocieron?"
- En la U
- "¿Son compañeros?"
- No, yo ya salí de la U....

Ahí hay que poner la cara de veintisiempre, de que estoy lo más relajada del mundo con el tema de la edad, que en realidad no es tema, que no me complica... pero en realidad lo que me complica es que el resto no sepa que decir, que simulen el.. "Oh, no se les nota para nada la diferencia, se ven de la misma edad"... si lo sé, tengo cara de cabra chica y cuerpo de cabra chica, como que nunca me desarrollé demasiado y es el momento perfecto para usarlo a mi favor ;)

Y llegamos al carrete, con la presión de conocer a todo el mundo, con la maldita duda de pq todo el mundo trata al novio con un apodo que no entiendo y más encima son todos sus cómplices y no lo delatan y como si fuera poco uno de ellos llega y me dice "ah... Tú eres la NUEVA"... ups. Ya, muy canchera podré ser, tendré más experiencia que ellos en la vida, los años me habrán enseñado muchas cosas, pero ante semejante comentario no supe como reaccionar... "Sí" tragando saliva no más... Pensando si, soy la nueva y quiero conocer de una vez por todas a la "vieja" (a pesar de que la vieja soy yo), para poder ponerle cara al famoso fantasma... La palabra perfecta no me acompañó en lo absoluto y mi sonrisa tiene que haber sido una mueca de lo menos creíble... si, quise estudiar teatro, pero soy pésima fingiendo.

Por lo menos el novio se portó de maravillas, me presentó a todo el mundo como orgulloso de decir "Lucybellita, mi polola", el fantasma no se apareció y fuimos felices... o por lo menos yo lo fui. No me sentí como la tía del jardín ni mucho menos, supongo que la diferencia de edad no es tanta al fin y al cabo.

La nueva llegó para quedarse... si la dejan claro está.