Exisitió alguna vez un mítico personaje en la historia chilena llamado el padre Gatica, el cual se dedicaba principalmente a predicar, como buen cura, pero por desgracia, no practicaba lo que predicaba, como muchos seres humanos. El gran problema, y como siempre a mi humilde parecer, es que la actitud del padre Gatica se ha transformado en una especie de costumbre popular, un vicio aceptado por la sociedad, como el cigarro, por ejemplo. Todos en algún momento hemos llenado nuestras bocas de palabras, tal vez bien intencionadas, pero sin ningún fundamento y cuyas, tal vez, buenas intenciones, no encuentran un buen puerto.

El gran problema es que este "vicio" hace que personas como yo, las que confiamos a la primera, dejemos de confiar también a la primera que nos hacen.

"Que el mundo está mal..." Y ¿quién hace algo por cambiarlo?. Nadie! Puras buenas intenciones que quedan ahi.




Corre dijo la Tortuga

Joaquín Sabina


Corre,dijo la tortuga,
atrévete, dijo el cobarde,
estoy de vuelta, dijo un tipo
que nunca fue a ninguna parte,
sálvame dijo el verdugo,
se que has sido tú,
dijo el culpable.


No me grites, dijo el sordo,
hoy es jueves, dijo el martes,
y tú no te perfumes con
palabras para consolarme,
déjame solo conmigo,
con el íntimo enemigo
que malvive de pensión
en mi corazón.


El receloso, el fugitivo,
el más oscuro de los dos,
el pariente pobre de la duda,
el que nunca se desnuda
si no me desnudo yo,
el caprichoso,
el orgulloso,
el otro, el cómplice, el traidor.


A tí te estoy hablando, a tí
que nunca sigues tú mis consejos,
a tí te estoy gritando, a tí
que estás metido en mi pellejo,
a tí que estás llorando ahí,
al otro lado del espejo.
A tí, que no te debo
más que el empujón que anoche
me llevó a escribir esta canción.


No me mientas dijo el mentiroso,
buena suerte dijo el gafe,
ocúpate del alma, dijo
el gordo vendedor de carne,
pruébame dijo el veneno,
ámame como odian los amantes,
Drogas no, dijo el camello.
¿Cuánto vales? dijo el gangster,
a punto de rendirme estaba,
a un paso de quemar mis naves,
cuando al borde del camino
por dos veces el destino
me hizo un guiño en forma de
labios de mujer:


-"¿Nos invitas a una copa?"-
-"Yo te secaré el sudor"-
-"Yo te abrazaré bajo la ropa"-
-"¿Y quién va a dormir conmigo?"-
-"Ni lo sueñes"- contestó
una indignada,
y otra, encantada,
no dijo nada y sonrió.


A tí te estoy hablando, a tí
que nunca sigues tú mis consejos,
a tí te estoy gritando, a tí
que estás metido en mi pellejo,
a tí que estas llorando ahí,
al otro lado del espejo.
A tí, que no te debo
más que el empujón que anoche
me llevó a escribir esta canción

1 Palabras Tuyas:

Anónimo dijo...

bien bonito tu blog.

pasa por el mi, ya?
te reiras mucho, eso espero.

tudelayfuenzalida.blogspot.com